El Observatorio volcánico de Goma tiene como misión la vigilancia de los volcanes en la zona de la Provincia de Norte Kivu.

Goma, la capital de la provincia de Kivu Norte de la R.D.de Congo, está situada en la región más esplendida e espectacular de África, en el centro de “Rift Valley” Albertino o occidental, una “graben” de extraordinaria belleza, rodeados de íconos naturales como los volcanes de Virunga y el lago Kivu, haciendo de esta zona una base para un posible turismo ecológico excepcional. Posible, si no fuera por unos límites y problemas también extraordinarios.

El país, la R.D. de Congo, está en ruina, aunque tenga un subsuelo de los más ricos del mundo. Tres grupos de rebeldes están repartidos en la selva cerca de la ciudad. Hoy por hoy, por ejemplo, visitar los gorilas de montaña supone ir con los rebeldes del general Nkunda, que ocupan la zona. También quedan unos 6000 rebeldes rwandeses, muchos responsables del genocidio  en Rwanda en el 1994. La mayoría tiene miedo de volver a su país, por razones evidentes. Los grupos Mai-Mai ayudan a crear aún más problemas para la zona.

Miles de refugiados viven cerca de Goma debido a esta situación.

LA MONUC (de la ONU) tiene un ejército bastante importante en la zona para intentar que haya orden.
Al norte de la ciudad, pero muy cerca, hay dos volcanes activos –los dos únicos activos de los Virunga- del cual, el Nyiragongo, puede pretender ser unos de los más peligrosos de la planeta, con, en su cráter, el lago de lava más grande del mundo.

Al sur de la ciudad, se encuentra el bellísimo lago Kivu, el lago más alto del “Rift Valley”. Es la frontera entre  el Rwanda y la R.D. de Congo.

Tiene como característica importante una concentración de unos 200 km3 de gases CO2 y metano en su fondo. Combinado con la agresividad del Nyiragongo, es uno de los cócteles más explosivos de nuestro planeta.
Unos 2 millones de personas viven en la zona.

El 17 de enero de 2002, el Nyiragongo destrozó gran parte de Goma. La comunidad internacional, y la ONU, reaccionaron e equiparon el Observatorio Volcánico de Goma después del desastre del 2002.

El problema hoy es que, unos años después, el centro vuelve a funcionar a medio gas, los fondos se han agotados, el personal mal pagado, muchos aparatos de precisión rotos e obsoletos.

De allí la necesidad de ayudarles donde podamos, comprando material básico y científico para que el Observatorio esté en condiciones y trabaje para la seguridad de una población cada día creciendo. La vida de ellos depende del buen funcionamiento del Observatorio.

Preveer  seísmos e erupciones puede salvar la vida de mucha gente!

Material básico, como ordenadores, mascaras de gas e otros, ha sido comprado gracias a la colaboración de la asociación “ECOLOGIA E INVESTIGACION” y su presidente Ben Beeckmans, pero las necesidades son mayores.

-Es necesario realizar análisis geoquímicos de gases y agua. Hace falta un gasómetro.

-El volumen de SO2 de la nube volcánica  se mide con espectrómetros diferenciales (y también móviles).

-En los estudios de la deformación del terreno se miden aperturas de fisuras con extensómetros.

-Variaciones de temperaturas se miden con captadores térmicos.

Estos son ejemplos de aparatos que el Observatorio necesita urgentemente.

Tenemos que añadir que la nube volcánica permanente que sale del Nyiragongo consiste en SO2, CO2, Cl, F, agua, cenizas, fibras de lava y mas partículas, casi todo nocivo.

Cada día se producen de 11000 a 50000 toneladas de SO2 en el volcán, 4 a 7 millones de toneladas de SO2 al año, dos veces la polución total de toda Francia, y 50% del azufre producido por todos los volcanes del mundo.
La vegetación de la zona se quema parcialmente.

La producción agrícola se resiente por la lluvia ácida y esta  bajando (con una población creciendo!).

El flúor cae con la lluvia. Más de 60000 personas de la zona sólo tienen agua de lluvia para beber. La fluorosis se está extendiendo!

Otro problema son las nuevas fisuras en la zona, donde puede salir más lava e “inundar” otra vez Goma.
En resumen: la región está en peligro permanente.

Nuestro objetivo es ayudar lo máximo que podamos al Observatorio volcánico, tanto con la compra de material que con estudios científicos que se han de llevar a cabo “in situ”.